Megapartida Fin de Año
Que no estaba muerto, que estaba de parranda... El inicio del año y la vuelta de El Gran Ja me han picado en el orgullo y he decidido actualizar el blog. Como siempre, veremos lo que dura. Bueno, al turrón.
Para finalizar el año frikimente, el viernes 30 de Diciembre quedamos unos cuantos en el Club Atalaya Vigía para rematar este año como es debido, con una megapartida.
La partida reflejaba una invasión del Caos al territorio imperial, al que habían venido de apoyo dos huestes lagartas. La partida se "calentó" previamente con dos breves textos:
La noche ya habia caido y el sol comenzaba a asomar por el horizonte, la escarcha cubria las calles por las que la gente comenzaba ya a transitar con sus idas y venidas para sus quehaceres diarios, de repente la campana del vijia de la puerta norte irrumpio en las anodinas tareas de la gente que transitaba las calles de la ciudad, el silencio se hizo y un escalofrio recorrio los cuerpos de todos los habitantes de la ciudad, no sin motivo, pues semanas antes el mismisimo mariscal del reik habia llegado a la ciudad para reclutar a cuanto soldado se hallaba en la plaza de Averland.
Las reglas para esta partida eran:
- Se permiten personajes especiales.
- Cada uno podíamos llevar los puntos que quisiéramos, siempre que cumpliesen las reglas de organización de ejército y estuviese todo pintado.
Con los piques preparados y digeridos, comenzamos a desplegar la escenografía. Quedó una mesa muy maja:
Llegados a este punto, empezamos a "sacar moñacos". El bando del "Orden" contaba con algunos puntos más, creo que unos 2000.
Aquí podemos ver parte de las huestes lagarteranas:
Como personajes especiales, en el lado del Caos, aparecieron a la batalla Archaon, Kolek Comesoles, Wulfrik El Errante y Trogg con una pequeña hueste de Trolls.
Por el lado del Orden, el mísmisimo emperador Karl Franz lideraba la hueste imperial junto a Kroq-Gar entre otros.
El despliegue lo hicimos aleatorio y con tiempo límite para no pegarnos mil horas desplegando. Todo lo que se quedara fuera saldría luego como reservas a partir del turno 2. Este es el resultado del despliegue, la verdad es que quedó impresionante:
Más detalles del despliegue:
El Caos desplegó primero, e iniciarían la batalla siempre y cuando el Orden no sacara un 6. Lamentablemente, los sucios imperiales y lagartos sacaron un 6, con lo que comenzaron primero, habiendo colocado las tropas a su gusto contra el Caos y así empezando a soltar todo su potencial de fuego y magia.
Los primeros movimientos:
Lo cierto es que la partida como tal no tuvo excesivo interés, ya que la superioridad aplastante del Imperio con sus máquinas de guerra unido a comenzar primero, dio pocas opciones al Caos...
Momentos estelares de la partida:
El Emperador luchando (y perdiendo) contra un Señor del Caos en Dragón:
El dragón del Emperador murió, pero inexplicablemente el cobarde Franz corrió más que el dragón del Caos, así que se salvó y consiguió seguir la partida, eso si, a pie:
Archaon y sus espadas, frenado por un archielector y "su espejito":
Un flanco caótico totalmente "limpio":
Para finalizar el año frikimente, el viernes 30 de Diciembre quedamos unos cuantos en el Club Atalaya Vigía para rematar este año como es debido, con una megapartida.
La partida reflejaba una invasión del Caos al territorio imperial, al que habían venido de apoyo dos huestes lagartas. La partida se "calentó" previamente con dos breves textos:
La noche ya habia caido y el sol comenzaba a asomar por el horizonte, la escarcha cubria las calles por las que la gente comenzaba ya a transitar con sus idas y venidas para sus quehaceres diarios, de repente la campana del vijia de la puerta norte irrumpio en las anodinas tareas de la gente que transitaba las calles de la ciudad, el silencio se hizo y un escalofrio recorrio los cuerpos de todos los habitantes de la ciudad, no sin motivo, pues semanas antes el mismisimo mariscal del reik habia llegado a la ciudad para reclutar a cuanto soldado se hallaba en la plaza de Averland.
El ejercito del emperador estubo apostado a las afueras de la ciudad durante casi dos semanas, reclutando a soldados de todo el condado y consumiendo casi todos los recursos de la region.(Autor yggdrasil)
Segun se habia dicho el mismisimo emperador habia salido de la capital del reik para combatir una nueva invasion del caos, esta vez todos los grandes paladines y heroes del caos se habian unido bajo una misma bandera para arrasar el viejo mundo, si se perdia esta batalla no habria rincon en la tierra donde esconderse, pues la marca del caos lo cubriria todo.
Poco o nada sabian los habitantes de Averland sobre si otras razas se unirian a su cruzada, pero poco les importaba, pues sabian que, llegado el momento, solo su fe en sigmar y en el emperador podrian salvarlos, nada harian los endogamicos elfos de ulthuan por ellos, nada los uraños enanos, mas preocupados en ver el fondo de su jarra de cerveza que en los avatares de viejo mundo, ni siquiera los hombres lagarto, que no son si no la sombra de una gran civilizacion, podrian hacer nada, tan solo sigmar podria salvarlos.
La puerta norte se abrio, y tras ella aparecio un gran altar de guerra, en el cual iba montado un archielector de sigmar, al que acompañaba un sequito de flagelantes y unos sacerdotes a caballo.
Sin duda habian venido a por mas efectivos para el ejercito del emperador, lo que ponia de manifiesto que la horda del caos era la mas grande jamas vista, eso encojio aun mas los corazones de cuantos se apostaban alrededor de tan magnifico artilugio.
El gran altar se paro y el archielector bajo, tras una arenga que hizo estremecer los muros de la ciudad todos los efectivos que quedaban abandonaron la ciudad para ir a unirse al grueso del ejercito, todo soldado capaz de empuñar un arma fue llamado a filas, se desmontaron las defensas de la muralla y todas las maquinas de guerra abandonaron sus puestos para incluirse en las filas de lo que paso a llamarse "la compañia del fin del mundo", asi es como la ciudad de Averland asi como todo el condado quedo vacio de cualquier presencia militar, despues de todo no seria tras los muros de la ciudad a orillas del rio Aver donde se decidiria el destino de la humanidad ni de todo el viejo mundo........
POR SIGMAR, POR EL EMPERADOR, HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!!!!!!!!
Desde su posición, el campamento imperial alcanzaba más allá de la vista tanto a su derecha como a su izquierda. Miles de hombres con un firme propósito, el de rechazar al Caos que se cernía sobre el mundo de los hombres. Tras sus filas, un gran contingente de Hombres Lagarto, llamados por los mismísimos Ancestrales desde las tierras del Sur, descansaban y preparaban sus extrañas armas.(Autor elmasmalo)
Sin duda, se trataba de una alianza poderosa. Debería estar tranquilo... y sin embargo...
En sus venas de hechicero notaba los vientos de la magia girando como locos por la llegada de ese gran poder. El blasfemo Tzeentch sonreía con malicia, hasta un simple mago de batalla como él lo podía sentir.
Tampoco podía negar ese temblor bajo sus pies que percibía desde hace una semana, igual que la mayoría de los soldados experimentados de aquel vasto ejército. Tal vez los reclutas más jóvenes podrían achacarlo a pequeños terremotos, pero el sabía que era el resultado de cientos de cascos golpeando con dureza el suelo...
Caballos, ójala fuera lo más temible a lo que se tuvieran que enfrentar. Pero sabía que no era así.
Un explorador había informado que el propio Archaon guiaba una enorme hueste de guerreros del Caos. Se negaba a creerlo, aunque algo en su interior le decía que era cierto. Se negaba a creer también en que las horripilantes criaturas que describió el explorador, al borde de la locura al regresar al campamento, existiesen en realidad.... Tales aberraciones no tienen cabida en este mundo... O sí...
Pronto lo sabría. La hora de la oscuridad se acercaba, y sólo un bando saldía victorioso.
Las reglas para esta partida eran:
- Se permiten personajes especiales.
- Cada uno podíamos llevar los puntos que quisiéramos, siempre que cumpliesen las reglas de organización de ejército y estuviese todo pintado.
Con los piques preparados y digeridos, comenzamos a desplegar la escenografía. Quedó una mesa muy maja:
Llegados a este punto, empezamos a "sacar moñacos". El bando del "Orden" contaba con algunos puntos más, creo que unos 2000.
Aquí podemos ver parte de las huestes lagarteranas:
Como personajes especiales, en el lado del Caos, aparecieron a la batalla Archaon, Kolek Comesoles, Wulfrik El Errante y Trogg con una pequeña hueste de Trolls.
Por el lado del Orden, el mísmisimo emperador Karl Franz lideraba la hueste imperial junto a Kroq-Gar entre otros.
El despliegue lo hicimos aleatorio y con tiempo límite para no pegarnos mil horas desplegando. Todo lo que se quedara fuera saldría luego como reservas a partir del turno 2. Este es el resultado del despliegue, la verdad es que quedó impresionante:
Más detalles del despliegue:
El Caos desplegó primero, e iniciarían la batalla siempre y cuando el Orden no sacara un 6. Lamentablemente, los sucios imperiales y lagartos sacaron un 6, con lo que comenzaron primero, habiendo colocado las tropas a su gusto contra el Caos y así empezando a soltar todo su potencial de fuego y magia.
Los primeros movimientos:
Lo cierto es que la partida como tal no tuvo excesivo interés, ya que la superioridad aplastante del Imperio con sus máquinas de guerra unido a comenzar primero, dio pocas opciones al Caos...
Momentos estelares de la partida:
El Emperador luchando (y perdiendo) contra un Señor del Caos en Dragón:
El dragón del Emperador murió, pero inexplicablemente el cobarde Franz corrió más que el dragón del Caos, así que se salvó y consiguió seguir la partida, eso si, a pie:
Archaon y sus espadas, frenado por un archielector y "su espejito":
Un flanco caótico totalmente "limpio":
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